viernes, 3 de julio de 2015

Agua embotellada VS Agua del grifo: Desmitificaciones y otras razones por las que el agua de Sevilla es una Maravilla



Con el verano que llega, el calor y la sed, últimamente me he visto involucrada en varias conversaciones en las que se discutía sobre la idoneidad de beber agua directamente del grifo o agua embotellada. Con esta entrada quería expresar mi postura al respecto, así como desmitificar ciertos bulos que se asumen como verdades absolutas pero que realmente no tienen ningún sentido. 
Antes de debatir mi postura, me gustaría puntualizar que este post se refiere al agua potable de mi ciudad, Sevilla, ya que al ser la que conozco, es la que he estudiado en profundidad. Comencemos:

Mito nº1: Es mejor beber agua de botella, de manantial, porque la del grifo viene del río y está lleno de...

En primer lugar, el agua que bebemos obviamente no viene del río. El agua que llega a nuestros hogares viene de la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) del Carambolo, donde mediante un proceso de potabilización, se convierte en agua apta para el consumo humano. El agua que llega a la ETAP, no es el agua del río, es el agua que viene de los embalses ubicados aguas arriba de la Estación de Tratamiento. En concreto, a la estación del Carambolo vierten sus aguas los embalses de Aracena, Zufre, La Minilla, El Gergal,  Cala y Melonares.(http://www.emasesa.com/conocenos/nuestras-infraestructuras/captacion-y-tratamiento/embalses/)


Mito nº2: Bebo agua de botella porque es mas pura. y al agua del grifo la someten a muchos tratamientos para que sea potable.

El agua mineral no es agua de manantial que se recoge y se embotella tal cual. Para nada. De hecho, el agua de botella, al ser un producto alimentario, está obligado a tener un etiquetado donde se recoge su composición química. Todas las botellas de la misma marca tienen la misma composición, y parece bastante evidente que es imposible que los parámetros que aparecen en la etiqueta no varíen en el manantial de un día a otro, por no hablar de una estación del año al otra. Lo que garantiza que todo el agua embotellada de la misma marca sea idéntica de una botella a otra, es decir, tengan una misma etiqueta,  es precisamente el proceso al que se somete este agua; un proceso que garantiza que el agua de salida siga unos niveles de calidad y estándares determinados según la normativa. Este proceso tiene varios pasos como son la filtración, ósmosis inversa, destilación, ozonización...La mayoría de estos procesos son comunes a los del agua del grifo, que evidentemente también es tratada para que sea apta para el consumo humano. 

Por lo tanto, en cuando a si una es mas procesada que la otra, mi opinión es que depende fundamentalmente de la ciudad donde nos encontremos: En una ciudad de sierra el agua potable estará sometida a menos procesos que por ejemplo en una ciudad de costa, donde la dureza del agua (cal) hace que se necesiten mas tratamientos para su adecuación al consumo.

A modo de ejemplo, os dejo dos diagramas de proceso tipo para el tratamiento del agua embotellada y del grifo.

Mito nº3Bebo agua de botella porque tiene más calidad que la del grifo.

Primero habría que preguntarse qué entendemos por calidad del agua. Este punto está muy relacionado con el anterior, porque va a depender de en qué ciudad o zona geográfica nos encontremos. 
Antes de entrar en el tema de la calidad, todos en algún momento hemos comprobado que normalmente en la costa, el agua del grifo no nos parece buena al ser un agua generalmente muy dura, y cuando vamos a la playa, solemos beber agua embotellada porque la diferencia entre una y otra es muy notoria. Sin embargo, en una ciudad como Sevilla o Madrid, es prácticamente inapreciable la diferencia que hay entre el agua de la red y la embotellada.

Profundizando en el tema de la calidad, es conveniente saber que el concepto de calidad no se refiere solo a la dureza del agua; es un concepto que abarca desde el pH a la conductividad, turbidez, COT, presencia de metales, COV, etc. Estos parámetros se analizan y controlan atendiendo a la normativa UNE-EN-ISO-17025 y UNE-EN-ISO-9001 para garantizar que se cumplen una serie de valores. Los muestreos se realizan desde la captación hasta el vertido a la red de suministro público. De modo que tanto en el caso del agua embotellada, como en el del agua del grifo, se garantizan unos niveles de calidad que hacen que sean aptas para el consumo.

Para cerrar el tema de la calidad del agua, os dejo a continuación un ejemplo muy visual: una tabla donde se comparan los valores medios de calidad del agua de Sevilla (del Carambolo) en abril de 2015, con los de dos aguas embotelladas de marcas comerciales A y B. Se puede observar que a excepción de la concentración de sulfatos que es algo mayor, y la de bicarbonatos que es menor, todos los valores del agua de sevilla se encuentran en un término medio entre los que presentan las dos aguas embotelladas.(http://www.emasesa.com/clientes/calidad/calidad-del-agua/).


Mito nº4: No bebo agua del grifo porque es cancerígena a largo plazo.

Este es otro de los grandes bulos, supongo que creado por las empresas de embotellado de agua. Últimamente circula la creencia de que el agua que consumimos lleva reactivos añadidos en el proceso de potabilización que hace que sea cancerígena. Normalmente suelen achacarle la culpa al proceso de cloración, que curiosamente es el que a  todos nos suena. Sin embargo, en los diagramas que aparecen arriba donde se desmitifica el Mito nº2 vemos que el proceso de cloración es común al tratamiento de agua de red y al del agua embotellada...como si al agua de botella no hiciera falta clorarla...Yo me preocuparía mas si no la clorasen, ya que el proceso de cloración es un proceso de desinfección, necesario para evitar enfermedades.

Sin embargo, lo que no nos suelen contar del agua embotellada es que debido a las temperaturas que se alcanzan durante el proceso de transporte y almacenamiento, se produce una reacción en la que se libera un compuesto llamado Bisfenol-A. Al liberarse al agua, se transmite a nuestro organismo inmediatamente cuando la consumimos.
El Bisfenol-A se utiliza para el proceso de endurecimiento de los plásticos así como para prevenir la aparición de bacterias.
Los riesgos asociados a la ingesta de este compuesto son: trastornos en el sistema reproductivo, trastornos en el sistema nervioso, trastornos de tiroides, hipertensión, diabetes y cáncer entre otros. (http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013-08-26/como-evitar-el-bisfenol-a-la-peligrosa-sustancia-cancerigena_19277/)

Otras razones para beber agua del grifo en lugar de agua embotellada

  • El consumo de agua embotellada supone un verdadero desastre medioambiental. Se vierten miles de toneladas de plástico al medio ambiente y, aunque las botellas son reciclables, muy pocas se llegan a reciclar, y terminan en vertederos.
  •  Además, en el transporte se vierten unas 600 veces mas dióxido de carbono que con el agua del grifo. De hecho, según un estudio en Londres para una determinada marca de agua embotellada, un vaso de agua mineral deja una impronta de dióxido de carbono de 185 gramos, frente a los 0,3 de un vaso de agua de la red. Estos 185 gramos, sería el equivalente a mover un coche durante un kilómetro.
  • Hay países como Canadá, donde se toman bastante en serio el respeto por el medio ambiente, en los que incluso se celebra un " día sin agua embotellada" con la finalidad de concienciar a la población y fomentar el uso del agua de red.
  • Y por si fuera poco....el consumo de agua embotellada, implica un elevadísimo sobrecoste con respecto a lo que realmente cuesta el agua potable. Para que os hagáis una idea, el metro cúbico envasado cuesta 200 euros, mientras que el metro cúbico de la red cuesta 1 euro.
          (http://elpais.com/diario/2010/07/20/sociedad/1279576801_850215.html)



¿Y tu? ¿Qué agua consumes? ¿Qué te ha parecido el post? Deja tu comentario :)





viernes, 6 de marzo de 2015

Mascarilla de arcilla verde: Adiós a los granitos

La arcilla verde

La arcilla verde es una gran aliada para las pieles grasas-mixtas, ya que ayuda a reducir el exceso de grasa, los poros abiertos y el acné. Limpia la piel en profundidad debido a su poder purificante y antibacteriano, aportando elasticidad y sensación de frescor en el rostro. Se compone de una gran variedad de minerales: potasio, sodio, magnesio, calcio, silicio...


La arcilla verde puede comprarse en herboristerías y su precio aproximado es de 3 euros el kilo.
Existen muchas mascarillas comerciales con base de arcilla verde, pero yo soy más partidaria de fabricar mi propia mascarilla fresca, potenciando su efecto y evitando el empleo de conservantes.

Crea tu propia mascarilla

Existen muchas formulaciones distintas de mascarillas con base de arcilla verde, pero aquí os dejo mi favorita. Necesitarás:
  • Un bol y un pincel: yo uso el típico bol con pincel que se usan para aplicar el tinte. Al parecer, es importante que el bol no sea de metal porque la arcilla puede reaccionar frente a él. También he leído que el plástico le viene mal ¿¿¿porque...absorbe las toxinas???. La gente suele usar un bol de cerámica o de cristal. Yo, sinceramente, puedo llegar a entender lo del metal, pero lo del plástico me parece un poco paranoico. Además, esta mascarilla se hace en un momento y, aún suponiendo que pueda reaccionar, el tiempo de exposición mascarilla-recipiente es mínimo. De todos modos, si os queréis currar en salud y no os apetece tener que comprar un bol de cristal, siempre está la opción "vaso".
  • Una cucharada de arcilla verde.
  • Una cucharada de zumo de un limón: esto es lo que me gusta de esta formulación: El limón tiene propiedades antibacterianas y antisépticas, al igual que la arcilla verde, de modo que potencia su efecto. También tiene propiedades astringentes, disminuyendo las cicatrices e imperfecciones (como las que nos dejan los granitos al secarse) y, lo mejor de todo es que actúa como blanqueante, disminuyendo las manchas de la piel. Sin embargo, si tu piel es sensible o con tendencia a la sequedad, lo mejor es diluirlo con agua y no usarlo puro. Otra opción para pieles sensibles sería la de preparar una infusión de alguna hierba calmante, como la manzanilla o camomila, y a ésta añadirle las gotas de limón. Parece ser aconsejable preparar la infusión en agua desmineralizada por aquello de que la del grifo lleva demasiado cloro y puede reaccionar con algunos de los minerales de la arcilla, disminuyendo su potencial. 
  • Unas gotas de aceites esenciales: Vale cualquiera, aunque lo aconsejable sería: aceite de argán para pieles muy secas, aceite de rosa de mosqueta para pieles maduras, aceite del árbol del té o de jojoba para pieles mixtas y grasas, y aceite de almendras dulces para pieles normales. A mí particularmente me encanta el aceite de almendras dulces porque hidrata sin dar sensación de piel grasa. Es el único que he probado y me gusta mucho la consistencia que le da a la mascarilla.
Los pasos a seguir son bastante simples, y se hace en un momento:
1.-Exprimir el zumo del limón.

            

2.-Añadir la arcilla. Podemos añadir más o menos de la cucharada en función de la consistencia que queramos darle a la mezcla. Yo la dejo lo suficientemente líquida como para poder aplicarla con el pincel.
  

            

3.-Añadir las gotas de aceite de almendra.


 4.-Lista para aplicar!
Como podréis comprobar el olor no es muy agradable, pero no os preocupéis porque no se queda en la piel.



Consejos de aplicación
  • Antes de aplicar la mascarilla hay que desmaquillarse bien. También es conveniente exfoliar la piel para eliminar las células muertas, abrir los poros, y hacer que se absorba mejor y más uniformemente.
  • El tiempo de actuación de la mascarilla es de aproximadamente 15 minutos. Es una mascarilla que ''avisa'', cambiando de color al secarse.

  • La mascarilla se retira enjuagando con agua.
  • Si se nos queda la cara algo seca tras el enjuague, aplicar la crema hidratante habitual.
  • Puede utilizarse de una a dos veces por semana, en función de las necesidades de cada piel.
  • Si hacemos más cantidad de la que vamos a utilizar, puede guardarse en la nevera para otra aplicación durante un máximo de 10 días, tras este periodo caduca y pierde sus propiedades.
Como podéis ver, es una mascarilla muy sencilla y rápida de hacer, y con unos resultados increíbles desde la primera aplicación: te deja la piel suave, lisa y sin granitos, notando la mejoría desde la primera aplicación. 
Espero que os haya gustado y que os animéis a hacer la vuestra!

viernes, 23 de enero de 2015

El empleo de tensoactivos en los champús: Realidad vs Ciber-bulos

  • ¿Qué son los tensoactivos?
Los tensoactivos o surfactantes son sustancias que favorecen el contacto entre dos fases que debido a su naturaleza son inmiscibles entre sí.
El ejemplo más conocido de sustancias inmiscibles son el aceite y el agua: El aceite es una sustancia orgánica y apolar (por lo tanto hidrófoba) mientras que el agua es una sustancia inorgánica y polar (y por lo tanto lipófoba).
  • ¿Cómo funcionan?
El principio general del funcionamiento de los tensoactivos es la disminución de la tensión superficial entre ambas fases. 
Se componen de una parte hidrófoba y otra hidrófila. La parte hidrófoba se disuelve en el aceite mientras que la hidrófila lo hace en el agua, formándose una estructura en forma de burbuja o micela


Con esta disposición, la grasa queda atrapada, solubilizada en agua, y puede ser arrastrada.

Por lo tanto, queda justificada la necesidad del empleo de tensoactivos en un champú: al aplicarlos en el cabello húmedo, eliminan la suciedad y grasa mediante la formación de una emulsión que posteriormente será arrastrada con agua en el proceso de aclarado.
  • ¿Cuales son los tipos de tensoactivos?
Los tensoactivos, en función de la carga (de la parte polar) pueden ser aniónicos (carga negativa), catiónicos (carga positiva) o anfóteros (cambian en función del medio). De igual modo, también existen tensoactivos no iónicos (aquellos que no contienen grupos funcionales disociables).

Los aniónicos son los más producidos industrialmente, ya que poseen una mayor relación efectividad/precio. Su parte polar (o hidrófila) es negativa y suele ser un grupo funcional de tipo sulfato, fosfato, sulfonato…
  • Ejemplos de los tensoactivos más usados en cosmética
A continuación, vamos a analizar los más comúnmente usados en la industria cosmética.

-Lauril sultafo de sodio, SLS, (lauril sulfato sódico o dodecilsulfato sódico): C12H25NaO4S. 
Es un tensoactivo aniónico. Se usa fundamentalmente en la industria cosmética, farmacéutica y también en la elaboración de detergentes, dentífricos y productos de limpieza. Es un compuesto moderadamente tóxico que puede provocar irritación de la piel, ojos, mucosas, tracto respiratorio superior…Su exposición prolongada en la piel puede provocar desde sequedad y resquebrajamiento hasta dermatitis, y su inhalación prolongada puede causar daño en los pulmones.

Para aclarar la polémica suscitada en internet (ciber-bulo), Cancer American Society (CAS) especifica que, si bien es un producto irritante cuando se utiliza en concentraciones superiores a las usadas en cosmética, niega categóricamente que el SLS sea carcinógeno (http://www.cancer.org/healthy/eathealthygetactive/powerfulchoicespodcasts/dispelling-cancer-myths).
El origen de la controversia probablemente se deba a la confusión con el Lauril éter sultafo de sodioSLES, que veremos a continuación.

El SLS, al ser un compuesto tan ampliamente empleado, también es uno de los más estudiados de la industria. La organización independiente Cosmetic Ingredient Review (CIR), que evalúa y analiza la seguridad de los ingredientes usados en cosmética, lo clasifica como seguro.

Por lo tanto, y según el artículo del CIR (http://online.personalcarecouncil.org/ctfa-static/online/lists/cir-pdfs/PRN475.pdf), "Parecen ser seguras las formulaciones de lauril sulfato de sodio diseñadas para uso breve, discontinuo y seguido de aclarado a través de la superficie de la piel. En los productos destinados a un contacto prolongado con la piel, las concentraciones no deben superar el 1% ".

A continuación se muestra la ficha de seguridad del compuesto según el Center For Disease Control And Preventon (CDC) -centro para el control y prevención de enfermedades- del departamento de salud de los Estados Unidos (http://www.cdc.gov/niosh/ipcsneng/neng0502.html):

International Chemical Safety Cards
Lauril Sulfato de Sodio
CAS: 151-21-3
Tipos de Riesgo/Exposición
Riesgo Agudo/Síntomas
Prevención
Primeros Auxilios/ Extinción de Fuego
Fuego


Agua, Polvo
Exposición



1. Inhalación
Tos, dolor de garganta
Ventilación, extracción localizada, protección respiratoria
Aire fresco, descanso
2. Piel
Enrojecimiento
Guantes protectores
Eliminación de ropa contaminada, aclarar la piel con abundante agua o ducha, derivar para atención médica
3. Ojos
Enrojecimiento, dolor
Gafas de seguridad
Enjuagar con  abundante agua  (quitar lentes de contacto si es posible hacerlo con seguridad) y derivar para atención médica
4. Ingestión
Náuseas, vómitos, diarrea
No comer, fumar o beber durante el trabajo
Enjuagar la boca, derivar para atención médica

International Chemical Safety Cards
Datos Importantes
Apariencia física
Vías de exposición
Sólido blanco en varias formas, con olor característico
La sustancia puede ser absorbida en el cuerpo a través de la piel y por ingestión
Riesgo físico
Riesgo por inhalación
Sin datos
La evaporación a 20°C es despreciable; una concentración nociva de partículas en el aire, sin embargo, se puede alcanzar rápidamente cuando se dispersa, especialmente en estado pulverulento.
Riesgo químico
Efectos de la exposición a corto plazo
La sustancia se descompone al arder, produciendo gases tóxicos y corrosivos, incluyendo monóxido de carbono. Reacciona con oxidantes y ácidos fuertes.
La sustancia irrita los ojos, la piel y el tracto respiratorio
Límite de la exposición ocupacional
Efectos de la exposición repetida o a largo plazo
No establecido.
El contacto repetido o prolongado con la piel puede causar dermatitis
Datos Ambientales
La sustancia es tóxica para organismos acuáticos. Se recomienda encarecidamente que esta sustancia no penetre en el medio ambiente

-Lauril éter sulfato de sodio, SLES, (lauril éter sulfato sódico): C12H25NaO3S.
Al igual que el anterior, es un tensoactivo aniónico muy comúnmente utilizado en la industria cosmética, farmacéutica, etc. No merece mucho la pena poner de nuevo aquí la ficha técnica de seguridad, ya que es bastante similar al anterior, pero sí que vamos a ver la diferencia entre ambos compuestos:

Al igual que el anterior (SLS), el SLES también irrita la piel y los ojos, pero éste último tiene un problema añadido: el compuesto está frecuentemente contaminado por un carcinógeno llamado 1,4-dioxano, que se genera habitualmente como un subproducto del proceso de fabricación.
Si quereis produndizar en el tema, éste artículo de la International Agency for Research on Cancer (IARC), es muy interesante: http://monographs.iarc.fr/ENG/Monographs/vol71/mono71-25.pdf.

El 1,4-dioxano no suele aparecer listado en la etiqueta, ya que la Food and Drug Administration (FDA) no lo requiere por ser un subproducto y considerarse secreto. Sin embargo, muchas veces se encuentra "escondido" bajo el nombre de fragancias o similares.

Como la mayoría de los blogeros no tienen ni idea de química las siglas y nombres son parecidos (SLES y SLS), éste puede ser el origen de la idea errónea de que el SLS provoca cáncer.

Otra diferencia entre ambos es que el SLES es algo menos irritante que el SLS, aunque éste último se emplea con más frecuencia que el anterior por tener menor coste.

-Cocamidopropil betaina: C19H38N2O3.
Es un tensoactivo anfótero que procede del aceite de coco. Se utiliza en cosmética porque reduce la irritación que producen o pueden producir los tensoactivos aniónicos. Esta es la astucia de la industria cosmética: Por un lado te ponen el SLS, que es el más irritante (y barato) de todos, y por otro lado, para que no te piquen los ojos, le añaden cocoamidopropil betaina (para suavizar el efecto). 
Realmente la irritación es la misma, pero con este segundo compuesto “no se nota” porque los ojos se adormecen. Entonces, ¿por qué no se usa en exclusividad? Muy sencillo: Por ser más caro. 

Sin embargo, sí que hay champús, como la nueva formulación del Johnson’s baby que lo usan como tensoactivo principal, y eliminan el SLS y SLES de su composición.

A continuación, os dejo una lista de los tensoactivos más comúnmente usados en cosmética a modo de ejemplo para saber identificarlos. Al igual que en el post anterior sobre las siliconas, pondré sus nombres en inglés por ser el idioma habitual de las etiquetas:

  • Aniónicos: Alkylbenzene sulfonates, Ammonium laureth sulfate, Ammonium lauryl sulfate, Ammonium Xylenesulfonate, Sodium C14-16 Olefin Sulfonate, Sodium cocoyl sarcosinate, Sodium laureth sulfate (SLES), Sodium lauryl sulfate (SLS), Sodium lauryl sulfoacetate, Sodium myreth sulfate, Sodium Xylenesulfonate, TEA-dodecylbenzenesulfonate, Ethyl PEG-15 cocamine sulfate, Dioctyl sodium sulfosuccinate.
  • Catiónicos: Behentrimonium chloride, Behentrimonium methosulfate, Benzalkonium chloride, Cetrimonium chloride, Cinnamidopropyltrimonium chloride, Cocotrimonium chloride, Dicetyldimonium chloride, Dicocodimonium chloride, Dihydrogenated tallow dimethylammonium chloride, Hydrogenated Palm Trimethylammonium chloride, Laurtrimonium chloride, Quaternium-15, Quaternium-18 Bentonite, Quaternium-18 Hectonite, Quaternium-22, Stearalkonium chloride, Tallowtrimonium chloride, Tricetyldimonium chloride.
  • Anfóteros: Cocamidopropyl betaine, Coco betaine, Cocoamphoacetate, Cocoamphodipropionate, Disodium cocoamphodiacetate, Disodium cocoamphodipropionate, Lauroamphoacetate, Sodium cocoyl isethionate.
  • No iónicos: Decyl glucoside, Laureth-10, Laureth-23,Laureth-4, PEG-10 Sorbitan Laurate, Polysorbate- (20, 21, 40, 60, 61, 65, 80, 81), PPG-1 Trideceth-6, Sorbitol, Steareth- (2, 10, 15, 20), C11-21 Pareth- ( 3 - 30), C12-20 Acid PEG-8 Ester.

  • Mi opinión personal:
Debido a los aspectos irritantes, tóxicos, cancerígenos, contaminantes…y mil maldades más que con razón o sin ella, con fundamentos científicos o no, y, basados en organismos de gran prestigio internacional o no, se le atribuyen a los champús, hay un gran número de bloggers que han decidido dejar de utilizar champú, tal cual. 
En sus blogs, como un calco uno de otro, primero te dicen que no son marginados sociales y que lo de no usar champú lo hacen a justificadamente. En segundo lugar, te enumeran sus argumentos contra los tensoactivos convencionales y, finalmente, te explican  las guarradas alternativas que utilizan. A esta serie de bloggers yo he decidido nombrarlos “Snobs” de la cosmética, aunque ellos prefieren llamarse seguidores del movimiento “No-poo”.

Este blog solo es un ejemplo de los snobs de los que os hablo, cuyo autor recomienda encarecidamente el uso del vinagre de manzana y bicarbonato sódico como sustitutivos de los tensoactivos convencionales: http://3tris3tigres.blogspot.com.es/2013/03/alternativas-alchampu.html .

No sé en qué universo es mejor y menos perjudicial el vinagre de manzana o el bicarbonato sódico que el champú; simplemente es una guarrada un ciber-bulo que ha captado borregos seguidores en todos los puntos geográficos. Al parecer, estos dos junto con la yema de huevo son la base de algunas gastronomías santísima trinidad de la cosmética No-poo, y todos los usan y te cuentan como de magnífico les queda el pelo.

Creo que no merece la pena discutir sobre el pH del vinagre (muy ácido) o del bicarbonato sódico (muy básico). Hablar de la relación entre la irritabilidad de la piel con el uso de ácidos o bases fuertes solo sería dignificar esta estupidez tendencia y creo que por ahora me lo voy a ahorrar. Sin embargo, este artículo sobre la opinión de un experto en dermatología es interesante, y muy recomendable para los que en algún momento se planteen volverse snobhttp://www.elmundo.es/salud/2014/09/18/540f3f77e2704e32188b4580.html.

Otra tendencia No-poo es sustituir el champú por (atención) un acondicionador que no contenga ni SLS ni SLES, pero sí otros tensoactivos más débiles que hagan similar función y aplicarlo en el cuero cabelludo. El gran problema es que un acondicionador medio en condiciones que no lleve ninguno de estos tensoactivos ni siliconas (que ya hemos visto que no son buenas), es que suele llevar muchos nutrientes y aceites naturales que engrasan el cuero cabelludo. Es por ello por lo que se recomienda su uso de medios a puntas: para hidratar las puntas, que es lo que necesita esa hidratación intensa que proporcionan los acondicionadores.

Resumiendo: que algo sea natural no significa que sea inocuo, ni significa que sea bueno para el organismo. El ejemplo más claro es que una gripe (o cualquier otro virus, bacteria u hongo que ande por ahí suelto) también es algo natural y, por supuesto, nadie quiere pillarla. 
Si vuestro champú os va bien y no os produce caspa ni dermatitis ni ningún otro estropicio, yo seguiría usándolo porque obviamente no os está provocando efectos adversos, como la irritación, de los que hablábamos. Para los mas puristas, y puestos a evitar alguno de ellos, yo evitaría el SLES por su relación con el cancer. Esto es extensible tanto a los champús como a los geles, cuyos tensoactivos son los mismos. Finalmente, para las personas que tengan problemas en el cuero cabelludo, mi recomendación es el uso de un champú con tensoactivos más débiles, como el Johnson's baby.

martes, 16 de diciembre de 2014

Siliconas: componentes a evitar en un champú o acondicionador

La idea de este post es dar respuesta a preguntas tales como ¿qué son las siliconas?, ¿por qué son componentes a evitar en un champú?, ¿cómo desintoxicar el cabello de las siliconas? y ¿como identificar la presencia de siliconas en un champú?, además de dar algunos consejos sobre el cuidado del cabello.
  • ¿Qué son las siliconas?
Son unos compuestos de naturaleza inorgánica que se añaden a los productos para el cabello y les otorgan una serie de propiedades.
Entre las siliconas más frecuentemente usadas en toda la industria cosmética en general, se encuentran: (enumero los nombres en inglés porque es el idioma de la mayoría de las etiquetas y su traducción no varía mucho al español) Dimethicone, cyclomethicone, amodimethicone, phenyl trimethicone, cetyl dimethicone, dimethiconol, cyclopentasiloxane, siloxane, cyclohexasiloxane... Más adelante haremos hincapié en cómo identificarlas y los distintos tipos que hay.
  • Veamos un ejemplo: la dimeticona (dimethicone)
La dimeticona, o "polidimetilsiloxano" (nomenclatura sistemática), es el polímero lineal del monómero dimetilsiloxano [SiO(CH3)2] y, por lo tanto, perteneciente al grupo de compuestos de organosilicio. Su estructura polimérica se muestra a continuación, siendo n es el número de veces que se repite la unidad básica:

                                                            

Es la silicona mas ampliamente usada en cosmética y comparte muchas características fisico-químicas con gran parte de ellas. Puede estar presente hasta en aproximadamente un 15% del volumen total del producto.
Este polímero presenta las siguientes propiedades:
-Es transparente, generalmente inerte e inocuo.
-Es viscoelástico: a temperaturas relativamente altas se comporta como un líquido viscoso, mientras que a bajas, se comporta como un sólido elástico. Al aplicarlo sobre una superficie, no solo es fácil extenderlo por la misma, sino que también se amolda a todas sus grietas o imperfecciones. Estamos por lo tanto ante un buen lubricante, lo que le confiere a los champús y acondicionadores sus propiedades como densenredantes. Además, la película que forma sirve de protección ante agentes agresores externos como el frío.
  • ¿Por qué son componentes a evitar?
A simple vista, parece que sus propiedades solo le confieren beneficios a los productos que las llevan, pero ésto es un poco engañoso.

La mayoría de las siliconas no son solubles en agua (es un compuesto hidrófobo), de modo que, lavado tras lavado, se van acumulando en el cabello. Si se usan durante mucho tiempo, aunque al principio el cabello esté brillante y suave, esta suavidad no es más  una "apariencia", pues nuestro cabello no se ha transformado ni ha "reaccionado" con el acondicionador. Conforme aumentamos su utilización, el resultado final será el de cabello ''plastificado'' y tendrá un aspecto sin brillo, seco y quebradizo debido a la falta de hidratación (efecto rebote).

Realmente, no hay nada mas absurdo que comprar un champú con siliconas (que son la mayoría de los comerciales) y luego gastarnos un dineral en un acondicionador que contenga, por ejemplo, aceite de argán, manteca de karité... ya que esas propiedades tan fantásticas que proporcionan los componentes naturales no van a llegar al cabello y, por lo tanto, no van a actuar sus principios activos. El cabello se encuentra "apantallado" por la barrera que forma la silicona.
Del mismo modo, muchas veces compramos champús o acondiconadores caros porque contienen aceites o mantecas naturales, y no nos damos cuenta de que a su vez contienen siliconas (normalmente incluso en mayor proporción que los propios ingredientes naturales). En este caso, nuevamente su efecto quedará inhibido casi por completo.

Una situación bastante frecuente es la siguiente: notamos que el champú "no nos hace efecto" o " nos dura menos tiempo el pelo limpio" y no sabemos qué es lo que está pasando. La tendencia más común es cambiar de champú; alternamos. Si no tenemos criterio a la hora de elegirlo y lo que hacemos es simplemente cambiar de marca, lo mas probable es que terminemos sustituyendo una silicona por otra, de modo que, aunque al principio parezca que el pelo "responde" al cambio, finalmente acabaremos reemplazándolo de nuevo...y así sucesivamente.
  • Siempre he usado champús con siliconas...¿Cómo puedo "desintoxicarlo"?
El proceso de "desintoxicación" es lento aunque muy agradecido a la larga. Al principio, mientras las siliconas van desapareciendo, el cabello comenzará a perder el brillo y cuerpo que le conferían las siliconas y que, como ya hemos visto, no son naturales. Este proceso de "desintoxicación" se consigue mediante el uso de champús sin siliconas, que ayudan a disolver las siliconas acumuladas en el cabello. Conforme estos residuos se eliminan, llama la atención que, al apretar el pelo con las manos para quitar el agua antes de secarlo, se pueda oír un ruido bastante peculiar, como un chirrido; el de "pelo limpio". Una vez eliminadas las siliconas, la idea es elegir un champú que tenga los componentes o las propiedades que mejor se adapten a nuestro cabello. Ahora sí se encuentra preparado para que los principios activos puedan penetrar en él y nutrirlo. Al final del proceso, el cabello recuperará su propio brillo natural.
  • ¿Cómo puedo identificar la presencia de las siliconas si no soy un experto? ¿Cómo interpretar correctamente el etiquetado?
Hay que mirar la composición (lista de ingredientes) y prestar especial atención a aquellos cuya terminación es -xane, -cone y -conol, pues son componentes a evitar. Esta regla se cumple en todas las siliconas mencionadas en el primer punto, y yo siempre las evito.
De todos modos, hay distintos tipos de siliconas y existen algunas que son solubles en agua. Estas son las "menos malas", pues no se acumulan en el cabello. Entre las siliconas solubles en agua se encuentran:
Cetyl dimethicone copolyol, dimethicone copolyol, behenoxy dimethicone sparingly, hydrolyzed wheat protein hydroxypropyl, polysiloxane y lauryl methicone copolyol.

Cuando vemos la composición de un cosmético, los ingredientes aparecen enumerados en orden decreciente en función de su concentración, siendo normalmente el agua el primero. Por lo tanto, existen distintos grados de "peligrosidad" en cuanto a la presencia de siliconas: no es lo mismo encontrar un champú en el que la dimeticona es el segundo componente (tras el agua), que otro donde aparecen una o varias siliconas solubles en agua cuyas concentraciones no son más que trazas y, por lo tanto, aparecen a la cola de la enumeración.
  • Algunos ejemplos de champús y acondicionadores sin siliconas
En primer lugar, todos los de lush (www.lush.es). En esta tienda tienen champús sólidos, que cuestan aproximadamente 8,95 €, y champús líquidos, cuyo precio varía en función del volumen y tipo. Aunque los champús sólidos parezcan caros en comparación con otras marcas comerciales (tipo fructis, pantene...) que pueden costar entre 2 y 5 € el bote, éstos duran como 3 veces más. Están "concentrados" eliminando el agua de su composición. De igual modo, todos los acondicionadores, mascarillas y tratamientos capilares que tienen son libres de siliconas (no hace falta ni mirar la etiqueta, garantizado).

The body shop (http://www.thebodyshop.es): también tienen algunas líneas sin siliconas. En el bote lo suelen indicar expresamente, como sucede con la linea "selva tropical". A mi, en particular, me gusta mucho el champú y acondicionador de la línea de banana. Ambos cuestan 5 € el bote de 250 ml, que va bastante en la linea de otras marcas comerciales. 

En internet hay muchas listas de productos para el cabello sin siliconas. Una vez me puse a mirar uno por uno y sí que identifiqué siliconas en muchos de ellos. Así que para estar seguros, mi consejo es lush, the body shop o una marca que venden en algunos supermercados llamada "naturaleza y vida", cuyos precios también son razonables.
  • Mi consejo
Como habréis podido intuir, soy una auténtica detractora de los productos con siliconas. Digo productos en general porque -malas noticias- la mayoría de cremas, maquillajes, etc. también llevan siliconas en su composición. A esto le dedicaré otra entrada próximamente.

Aunque el mundo de las siliconas en los champús te parezca algo muy complejo (y friki), merece la pena dar el paso, desintoxicar el cabello, y comenzar a cuidarlo "en condiciones" usando todo tipo de productos libres de siliconas. Mi consejo es relegar el uso de los productos con siliconas a aquellas veces en que sabemos que el cabello va a sufrir una gran agresión como, por ejemplo, cuando vamos a usar planchas, tenacillas...etc. donde la película que se forma nos sirve precisamente como protección frente al calor.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Pestiños: Un dulce navideño

Después de mi última entrada de repostería con los pastelitos más de moda...pasamos a lo que en mi familia es todo un clásico: Los pestiños, con la receta familiar de mi abuela.

Para empezar...un poco de historia

Parece que la historia de los pestiños se remonta alrededor del siglo XV. La primera referencia literaria la encontramos en la Lozana andaluza (1528) de Francisco Delicado. Según los entendidos en repostería, el pestiño está emparentado con la Shebbakiyya marroquí, lo que sugiere un posible origen común, quizá andalusí.
En Sevilla, en la mayoría de las pastelerías ''auténticas'' nos lo solemos encontrar en Semana Santa, siendo mas bien poco frecuente en Navidad. Sin embargo, en Rota (Cádiz) de donde proviene esta receta, es un dulce Navideño.
La Shebbakiyya se consume con frecuencia durante el Ramadán para romper el ayuno, lo que nuevamente sugiere un origen común asociado a celebraciones religiosas.
También existe cierta controversia sobre la elaboración del "pestiño auténtico". La mayoría de recetas comparten características similares en cuanto a la masa pero difieren en cuanto al recubrimiento, que puede ser de azúcar (normalmente con canela) o miel.

En mi familia los hacen mi abuela y mi padre, que es el único de sus hermanos que año tras año continúa con la tradición, así que tengo bastante claro que el testigo es mío, aunque, hasta la fecha solo participo echando las bolitas de colores (lo que le da el toque maestro y hace que estén tan ricos:)).
Cuando vamos a Rota siempre llevamos pestiños de los que hacemos y las comparaciones son inevitables. A menos que alguno de los dos "pinche" en algo, es bastante difícil decidir cuales están mas ricos de los dos.

Ingredientes

Las cantidades que se muestran a continuación son aproximadas para un kilo y medio de harina.

  • 1,5 Kg de harina de repostería
  • Aceite de oliva de 0,4º ó suave (cantidad orientativa)
  • Aguardiente muy seco o seco (0.25L)
  • Manzanilla de Sanlúcar (0.30L)
  • Zumo de de una naranja amarga
  • Cáscara de tres limones
  • 5 cucharadas de Matalahúva
  • 3 cucharadas de Ajonjolí (sésamo)
  • Bolitas de colores
  • Miel (2 Kg aproximadamente)


Paso a paso

1.- Calentar medio litro largo de aceite con la cáscara de dos limones hasta que éstos empiecen a dorarse.
2.-Apagar el fuego y añadir matalahúva en el aceite que no esté muy caliente.
3.-Cuando el aceite esté templado, filtrarlo y añadirle el zumo de una naranja amarga junto con la manzanilla y el aguardiente.
4- Tostar el ajonjolí en una sartén con tapadera (con cuidado de que no se derrame); cuando esté frío, añadirlo a la mezcla líquida anterior.
5.-Añadir un poco de sal y la harina, poco a poco, y amasarlo muy bien.
6.- Dejar en reposo la masa media hora, tapada con un trapo o manta.
7.-Extender parte de la masa (un puñado) con un rodillo y cortarla haciendo círculos con un molde. Nosotros usamos la tapadera de un bote de colacao. A estos círculos de masa se le da la forma característica de los pestiños, uniendo hacia el centro los bordes opuestos. Esto se repite tantas veces como sea necesario para agotar toda la masa. 
8.-Freír la masa (ya en forma de pestiño) con abundante aceite, en el que previamente hemos frito la cáscara de un limón. La cantidad de aceite a emplear depende del tamaño del recipiente que se use para freír. Este es el aspecto que presentan tras la fritura.



9.- Calentar la miel con un poco de agua (para que no esté tan espesa en la sartén) y enmelar los pestiños en la miel caliente.



10.-Y por último...añadir las bolitas de colores! y...Listo!




miércoles, 26 de noviembre de 2014

Cupcakes from scratch

La moda no solo está presente en la ropa, complementos, maquillaje o corte de pelo, sino que también lo está en la gastronomía.
El sábado pasado tuve un cumpleaños, y decidí sorprender a la cumpleañera con los pastelitos más de moda del momento: Los Cupcakes!!
En primer lugar, decir que la receta es de un curso de decoración de cupcakes que me regalaron por mi cumple (de Groupon, Groupalia, Letsbonus o alguno de esos). El establecimiento que impartía el curso se llama ''El Paraiso de las Especias'' (http://reposteriafondant.com/ y www.elparaisodelasespecias.com), y está en Alcalá de Guadaíra (Sevilla), donde además de impartir estos cursos venden pasteles, especias y lo más importante: todo tipo de cacharros de repostería e ingredientes!
El curso fue muy interesante porque no solo nos enseñaron a decorar las cupcakes, sino que también nos enseñaron a hacer la masa, cosa que para mí es lo más difícil. Y además, al terminar nos dejaron llevarnos las cupcakes que hicimos :)


Si os gusta la repostería, os recomiendo ir a un curso de estos porque, no es lo mismo leer las recetas en internet e intentar imitarlas, que ver como una profesional las hace y te cuenta los truquitos para que quede un resultado final tan bueno. De todos modos, he hecho bastantes fotos para que os hagáis una idea de las texturas que tienen que ir quedando.

Yo no soy muy hábil en la cocina, así que... si con esta receta conseguí llevar al cumple algo decente...todas podemos!
Comencemos.

Ingredientes para la masa de 48 minicupcakes o 12 cupcakes de vainilla:

  • 115 g de mantequilla
  • 120 ml de leche semidesnatada o entera
  • Unas gotitas de esencia de vainilla
  • 220 g de azúcar
  • 3 huevos medianos
  • 200 g de harina
  • 1 cucharadita y media de levadura

1.-Pesar/medir todos los ingredientes.

Mantequilla
Leche con gotas de esencia de vainilla
Azúcar
Huevos
Harina y levadura
2.-Precalentar el horno a 180 grados. En lugar del horno, yo he utilizado un grill especial para minicupcakes, que no es más que una especie de sandwichera que viene con la forma de las cupcakes y a la que solo hay que poner el papelito o cápsula para que se haga dentro.
La cápsula se puede comprar en supermercados, tiendas de repostería o directamente en los chinos. Hay que tener cuidado con el tamaño a elegir, que debe ser el del agujero del grill (o del molde que uséis si lo hacéis en el horno).


3.-Tamizar la harina con la levadura química en un bol y reservar.




4.-Batir la mantequilla junto con el azúcar hasta que se integren y la mezcla se aclare.
Podemos batir con una batidora de varillas (que es lo ideal) o con una batidora de cuchillas tipo minipimer. Yo, antes de meterle la batidora las mezclo un poco con una cuchara.

                          
     
5.-Añadir los huevos, uno a uno, y batir hasta que se incorporen.
6.-Agregar la mitad de la mezcla de harina y levadura tamizada, y batir hasta que se incorpore.
7.-Añadir la leche con el extracto de vainilla, batir y agregar la otra mitad de la harina. Batir hasta conseguir una mezcla homogénea con un aspecto similar a este.



8.-Repartir la mezcla en las cápsulas, sin llenarlas más de 2/3.
Para el llenado puedes ayudarte de una manga pastelera.


9.-Hornear 20-25 minutos o hasta que un palillo salga limpio.
En caso de usar el grill especial para las cupcakes, con 10 minutos suele ser suficiente.


Una vez enfriadas... ya están listas para decorar!!

Nota: Esta es la receta base para las cupcakes de vainilla. La receta se puede modificar a gusto de cada uno. Por ejemplo, si queremos hacerlas de chocolate, basta con añadir 3 cucharadas de cacao en polvo y restarle esa misma cantidad de harina para que la consistencia se mantenga. También se puede edulcorar o colorear con productos líquidos, para lo cual añadiríamos tantas gotas como sea necesario para que tenga el gusto o color deseado. En este caso la receta original permanecería invariante.

Decoración:
Para la decoración de cupcakes, la opción favorita por muchos suele ser la Buttercream. Como su nombre indica, no es más que una crema hecha a base de mantequilla sin sal y azúcar glass en partes iguales: 250 gramos de cada una para las cantidades de la receta anterior. Una vez integradas la mantequilla y el azúcar, se añaden 2-3 cucharadas de leche semidesnatada o entera y se vuelve a batir.
Se vuelca la mezcla en una manga pastelera, a la que se le puede ir cambiando la boquilla para hacer distintas formas o dibujos.

Nuevamente, decir que esta es la receta base. Al igual que en el caso anterior, se puede colorar o edulcorar a gusto del consumidor. Una opción que a mí personalmente me gusta, es añadir 3 cucharadas de Nutella, lo que camufla bastante bien el sabor a mantequilla.

Una vez se han cubierto las cupcakes con la buttercream, se pueden añadir otros elementos de decoración: mini-oreos, mini-chipsahoy, lacasitos, fideos de colores...

Como mis cupcakes eran para un cumpleaños y hay mucha gente que no soporta la buttercream, decidí decorarlas como si fueran cakepops, lo que me facilitó bastante el transporte.
La decoración de las cakepops consiste principalmente en añadir un recubrimiento con chocolate fundido, philadelphia, mermelada...y luego añadir los fideos de colores. Lo ideal para el recubrimiento es usar un pincel de cocina, aunque también puede ser útil una espátula o, a unas malas, la parte plana de una cucharilla de café.
Algunas cupcakes las rellené con mermelada de arándanos: Hacemos una incisión cuadrada en el centro de la cupcake, rellenamos y volvemos a poner el ''tapón'' sobrante. Una vez cerrada, puede recubrirse con mermelada, chocolate u otra cosa para disimular el recuadro del relleno.

Este fue mi resultado:


Os diría que ahora viene lo mejor, que es hincarle el diente...pero, desgraciadamente, ahora viene la peor parte...a fregar!

Si tenéis, dudas, sugerencias o aspectos de mejora, estaré encantada de recibir vuestros comentarios! :)